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viernes, 23 de noviembre de 2012

Katsu-karē カツカレー Arroz con curry japonés y filete de pollo empanado

Esta receta Katsu-karē (en japonés カツカレー ) arroz con curry y filete de pollo empanado la sacó mi hijo Ferrán de la gastronomía japonesa. La hicimos por primera vez este verano entre los dos durante las vacaciones en el pueblo. Hemos intentado mantenerla lo más fiel posible pero con la forma e ingredientes encontrados en Barcelona. Hay tiendas especialistas en productos asiáticos y allí se compró el curry. Espero os guste.


Ingredientes para 4 personas:

8 filetes de pechuga de pollo un poco gruesos
250 gr. de arroz redondo
1 pastilla de 120 gr. de concentrado de Golden Curry Sauce Mix
3 zanahorias frescas
6 patatas medianas
250 ml. de leche
3 huevos
250gr. de pan rallado
4 dientes de ajo
1 cebolleta tierna
1 litro de agua para cocer las patatas
3/4 litro de agua para el arroz
Aceite para freír las pechugas de pollo



Para empezar cortamos las pechugas en filetes, salamos. Pelamos los ajos y troceamos.


En un bol echamos la leche y añadimos las pechugas fileteadas y los ajos. Reservamos en la nevera un par de horas.


Pelamos y cortamos las patadas en trozos pequeños, pelamos las zanahorias y las cortamos en rodajas.


En una cazuela con el aceite sofreímos las patatas, le damos unas vueltas y añadimos la zanahoria. Sofreímos durante unos 3 minutos aproximadamente.


Lo cubrimos de agua y dejamos que se vayan cociendo.

Preparamos el curry, cogemos una pastilla y la troceamos.




Lo echamos en un cazo para calentar en el fuego a temperatura muy baja y le añadimos un poco del caldo de cocer las patatas.


Una vez tenemos la salsa de curry disuelta reservamos.


Mientras se terminan de cocer las patatas preparamos el arroz blanco. En una cazuela con 3/4 de litro de agua añadimos una cebolleta tierna, unas gotas de aceite de oliva y una piza de sal (pensar que la salsa curry ya lleva sal). Cuando empiece a hervir el agua añadimos el arroz, mezclamos y dejamos cocer unos 15 minutos. Escurrimos y reservamos.


Cuando las patatas y la zanahoria ya esten casi cocidas añadimos la salsa curry y sin parar de remover con mucho cuidado lo mezclamos. Tener la precaución de que el fuego este muy bajo. Dejamos que se cueza por unos 5 minutos. Apagamos el fuego y dejamos reposar mientras preparamos la carne.


Para hacer la carne empanada o rebozada batimos los tres huevos en un bol u en un plato echamos el pan rallado. Escurrimos los filetes de pollo de la leche, pasamos por el huevo batido y el pan rallado.


En una sartén con aceite freímos las pechugas de pollo y escurrimos en papel absorvente.




Con todos los ingredientes listos ya solo nos queda montar el plato del Katsu-karē カツカレー  empezando por cortar en tiras los filetes de pollo rebozado.

Primero ponemos un poco de arroz, sobre el arroz apoyamos los filetes de pollo cortado en piras y para terminar añadimos la mezcla de las patatas con la zanahoria y el curry.


Otra forma de comerlo es en un plato hondo para luego mezclar todos los ingredientes. Esto es más a gusto de cada comensal.


Apuntes:

-Hemos intentado seguir la forma de preparar el plato lo más parecido posible.
-Se suele usar también carne de cerdo pero nosotros preferimos la pechuga de pollo.
-El sabor del curry es un poco fuerte, tenerlo en cuenta para echar menos curry a la salsa.

Apunte Especial con un poco de historia:  Este curry, pese a ser un plato japonés, no es un plato originario de allí. El curry pasó de la Asia Continental a Japón gracias a la inmigración y ellos lo adaptaron haciendo más suave y en forma de salsa en lugar de especie. Se puede ver que su origen no es japonés debido a que su nombre en la lengua nipona está escrito en katakana, utilizado para las palabras extranjeras.

Muy buen provecho.

domingo, 15 de julio de 2012

Guiso de tomates de la huerta "tomaqueta"

Esta es una receta sin nombre gastronomico, se parece a la sanfaina catalana o al pisto pero sin berenjena ni calabacin. Es la manera en que mi abuela hacía una "tomaqueta", tomates con pimientos verdes, cebollas y ajos, todo de la huerta de temporada y frito. Lo unico que yo he incorporado es el romero y tomillo. Decir que mientras realizaba este plato el olor que desprendia el guiso me hizo recordar a mi abuela Roseta, su comida...

 


Recuerdo que lo hacía en la barbacoa "fumeral" y algunas veces le añadía salchichas, butifarra... caracoles o para acompañar una carne a la brasa.  Era el almuerzo de media mañana para la gente que trabajaba en el campo. 



Ingredientes para 4 personas:

2 kilos tomates maduros (pera)
3 pimientos verdes italianos
3 cebollas medianas
1 cabeza de ajos
ramas de romero y tomillo fresco
Sal común y sal maldon
60 ml. aceite de oliva extra virgen
2 cucharitas de postre de azúcar blanco



Empezamos lavando y cortando los tomates por la mitad y los rallamos en un rallador, si no tenemos rallador es mejor pelar y cortar los tomates en trozos bien pequeños ya que se tiene que notar la textura del tomate.

 

Lavamos y cortamos en trozos pequeños los pimientos verdes y las cebollas. Pelamos y cortamos los ajos. Lavamos y secamos  las ramas de tomillo y romero.

 

En una cazuela honda echamos el aceite de oliva y las ramas de romero y tomillo antes que el aceite este caliente, lo sofreímos y antes de que se queme lo sacamos del aceite, esto es para que perfume un poco el aceite a hierbas aromáticas. El romero y tomillo son las plantas mediterráneas que acompañan la mayoría de nuestros platos.



Una vez sacamos las ramas de romero y tomillo le echamos la cebolla y la sofreímos hasta que empiece a ponerse transparente. Es importante que no se haga demasiado, en esta salsa se tienen que poder diferenciar todos los ingredientes.



Pasados unos 5 minutos le añadimos el pimiento verde, salamos  y mezclamos bien.


Dejamos que se vaya sofriendo y pasados unos 10 minutos le añadimos los ajos picados y el tomate, todo a la vez.  Dos cucharitas de azúcar blanco y rectificamos de sal. Mezclamos bien.



Ahora es cuestión de bajar el fuego y que se vaya haciendo poco a poco, vamos removiendo de vez en cuando.  Observamos como poco a poco va reduciendo a la mitad la cantidad de tomate. 

 

Pasados unos 40 minutos aproximadamente la salsa de tomate estará lista, el tiempo es aproximado ya que depende de la variedad de tomate, el agua que lleve y la fuerza del fuego.
Una forma de saber que está en su punto es comprobar que el tomate se empieza "agarrar" al fondo, que se vuelve espeso.


Y ya tenemos un plato de productos de la huerta, solo falta espolvorear un poco de sal maldon por encima una vez hemos servido el plato.


Apuntes:

-Para poder apreciar esta comida es importante que se note la textura de los ingredientes. 
-Es una comida de temporada que puede comerse sola o para acompañar una carne, pescado...   
-Tambien comerlo sobre una hogaza de pan y unas anchoas, bacalao desmigado...
-El azúcar es para quitar la acidez que pudiera tener el tomate.

Para terminar este post una fotografía del huerto, donde hemos recolectamos todos los ingredientes para hacer este plato,  desde los tomates, pimientos, ajos, cebollas... hasta el romero y tomillo es de nuestra huerta.



Muy buen provecho.





sábado, 28 de enero de 2012

Sardinas de bota o "de casco" con tomates de colgar

Esta vez os presento un plato muy especial, no es nada espectacular pero tiene el merito de ser un plato que comían mis abuelos en la posguerra, las sardinas de "casco" o "bota" era un plato de "pobres", una sardina, un tomate de colgar de los que se conservan todo el año y unos ajos sobre una hogaza de pan era  algo muy común en aquella época. 



Ingredientes para 2 personas:

4 Sardinas de "casco" o "bota"
4 Tomates de colgar o maduros
8 dientes de ajo
Aceite de oliva extra virgen
Pimienta negra
Sal Maldón



Las sardinas de casco es una sardina que se conserva en salazón, antiguamente las vendian en las tiendas de ultramarinos, yo las compro en una parada del mercado, la misma dónde adquiero el bacalao o salmón ahumado. Le pedi al dueño que me dejara hacer una fotografía a la bota de guardar las sardinas para que pudierais ver como se conservan. Él mismo sujetaba la bota y me pidió no salir en la foto.



La forma de elaborar el plato es muy sencillo, empezamos por raspar las sardinas con un cuchillo sin puas, salen fácilmente. Una vez quitadas las escamas, cortamos la cabeza y limpiamos la parte interior de la sardina, igual que hacemos con cualquier pescado. 
Antiguamente se hacía de otra forma muy diferente y que recuerdo yo de pequeña,  se cogían las sardinas y en el mismo papel que venian envueltas se colocaban en  el marco de la puerta y al cerrarla las escamas quedaban aderidas al papel.  Aunque yo lo hice de la primera forma que os explico.



Lavamos y partimos los tomates por la mitad, pelamos y cortamos los dientes de ajos por la mitad y en juliana.



En una sartén echamos el aceite de oliva y con el aceite todavía en frío ponemos los ajos y a fuego muy bajo dejamos que se vaya friendo,  lo importante es que el aceite tenga aroma de ajo, no que el ajo se fría del todo.



Cuando empieza a ponerse transparente lo retiramos junto a dos cucharadas soperas del aceite. Reservamos.



Freímos las sardinas en la sartén y el aceite que hemos frito los ajos, dos minuto y le damos la vuelta, otros dos minutos y sacamos de la sartén.


Ahora ponemos los tomates partidos por la mitad, primero la parte partida, boca abajo, dejamos que se haga unos dos-tres minutos y le damos la vuelta, dejamos que se acaben de freír por el otro lado y reservamos.



Hay varias formas de presentar el plato, tal y como aparece en la fotografía del principio del post,  colocando las sardinas con los ajos por encima, los tomates partidos y echando una cucharada del aceite de ajo por encima, espolvoreamos con pimienta negra y un poco de sal maldon.

O bien como lo hacían antiguamente en una hogaza de pan, cortamos el pan en hogazas, quitamos la piel a los tomates y colocamos el tomate triturado con el tenedor sobre el pan, los ajos fritos y la sardina sin espina desmenuzada, echamos por último una cuchara del aceite de ajo por encima.



Apuntes:

-Es un plato muy sencillo de elaborar, economico y muy sabroso a quién guste el salazón. 
-Los tomates usados son los denominados de "colgar", es una variedad de tomate que se cultiva en el mediterraneo en verano, pero que "colgados" en un sitio fresco aguantan todo el año. Era la forma de conservar los tomates antiguamente cuando no existían ni los frigoríficos ni las variedades de hoy en día. Por suerte se siguen cultivando y conservando de la misma manera.
-Es una comida tradicional pero ya casi no se consume y no se encuentra en restaurantes ni siquiera como tapas, una lastima ya que hace unos pocos años todavía encontrabas en los bares.

Mi marido hizo un pan de pueblo para acompañar las sardinas,  pan casero hecho con harina de fuerza, levadura fresca, un poco de agua y aceite de oliva, una pizca de sal y otra de azúcar. Bien amasado, dejando reposar un par de horas, volver amasar y al horno.






Gracias por tan rico pan, Jose.

Muy buen provecho.

martes, 3 de enero de 2012

Una modesta opinión...

No tengo costumbre de dar opiniones en el blog ya que lo uso como fuente para guardar mis recetas, pero en esta ocasión voy hacer una excepción.

Acabo de volver de pasar unos días en los Pirineos de Girona, entre Ripoll, Sant Pau de Seguries, Camprodon... una zona preciosa y que he tenido el privilegio de poder visitar en varias ocasiones. En estos días he comido en varios restaurantes de la zona, mi sorpresa ha sido no ver platos tradicionales ni en los menús ni en la carta de muchos de ellos. Como platos tradicionales me refiero a les mongetes con butifarra (alubias con butifarra), ni el trinxat, un plato de invierno y elaborado con col o la escudella, un plato tan tipico en la cocina catalana en estas fechas.  Me llamo la atención ver los huertos cerca de la carretera con coles y puerros, pero sin embargo en los restaurantes algo tan común para la gente de la zona en invierno ya que por las bajas temperaturas es lo unico que se puede cultivar, no había en la carta.

¿Dónde quedo la comida tradicional, la qué hace que uno visitara ciertos lugares por su comida?

El jueves decidimos ir a uno de los restaurantes cerca de Sant Joan de les Abadesses, una Masia hecha restaurante y que conocía de cuando viajamos hace tres años, la primera sorpresa es que cambiaron de dueños, la segunda es que las "mongetes" que yo tanto recordaba ya no existían, un menú dónde el segundo plato era a elegir entre salmón a la plancha, berenjenas rellenas de verduras o hamburguesas con salsa de setas.   Solo mantuvieron la carne a la brasa pero acompañada de patatas hervidas (es lo que comieron mis hijos).

Entiendo que los restauradores quieran innovar en los menús, pero no tendrían que dejar de tener los platos tradicionales ya que nuestra gastronomia es cultura y si sumamos que cada vez hay menos gente que se pase horas cocinando con no encontrar ni nuestra gastronomía en los restaurantes perdemos un poco de nuestra historia.  Comer un hojaldre de foi es excepcional, pero si ello no hace que quiten del menú esos platos ligados a la historia de una comarca.

Igual que pude disfrutar comiendo los embutidos, fuet, secallona, panceta curada... quesos, yogurt de mato, flan y demás productos lácteos de la zona, me hubiera gustado seguir comiendo una buen trinxat, mongetes en butifarra o la excelente escudella.

Me disculpais esta entrada en el blog, pero tenía que dar mi opinión de lo visto estos días.

Si perdemos nuestra gastronomía perdemos parte de nuestra cultura.

Saludos